BASE NAVAL EEUU EN BAHIA DE GUANTANAMO, Cuba (Reuters) - Al chofer de Osama Bin Laden
no se le mencionaron derechos como el de no autoincriminarse a lo largo
de años de interrogatorios, dijeron el jueves agentes del FBI al
tribunal de crímenes de guerra de Guantánamo.
"Nuestra política en su momento era no leer los derechos Miranda",
dijo el agente especial del FBI Robert Fuller en un testimonio ante el
juicio por terrorismo a Salim Hamdan de la comisión militar de Estados
Unidos.Fuller se refería a la decisión de la Corte Suprema
estadounidense de 1966 en el caso Miranda versus Arizona, que sostuvo
que debe informarse a los potenciales sospechosos en custodia sobre sus
derechos a un abogado y contra la autoincriminación.Deben darse advertencias similares a los sospechosos en custodia militar de Estados Unidos.No
mencionar la advertencia Miranda es contrario a la práctica habitual
durante interrogatorios, testificó el agente especial del FBI Stewart
Kelley. "Si es un sospechoso, y está detenido, habitualmente se leen
los derechos Miranda", dijo.Los agentes que testificaron sobre
los interrogatorios a Hamdan en sesiones que se extendieron desde poco
después de su captura, en noviembre del 2001, hasta el 2003 en
Guantánamo, lo describieron como cooperativo pero no cabal en las
respuestas a sus preguntas.Dijeron que él les aseguró que no tuvo interés en combatir tras ser entrenado en un campo de Al Qaeda,
pero también lo describieron como alguien de la región ancestral de
Yemen de Bin Laden, que se había ganado la profunda confianza del líder
de Al Qaeda."Uno no gana el acceso a alguien importante a menos
que atraviese un proceso de confianza", dijo a la corte el agente
especial Craig Donnachie.Fuller también relató al tribunal con
fotografías cómo Hamdan acompañó a agentes en una visita a los
complejos de Osama Bin Laden en y cerca de Kandahar, en Afganistán."Todo el vecindario era pobre, pero este complejo estaba en un gran estado", declaró Fuller.Hamdan,
un yemení padre de dos niños, con una educación hasta cuarto grado, es
el primer prisionero de Guantánamo en enfrentarse a un juicio ante el
controvertido tribunal en la base cubana. Podría recibir cadena
perpetua en caso de ser condenado.Su juicio es el primero por crímenes de guerra de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.Los
fiscales están buscando retratar a Hamdan como un socio cercano de Bin
Laden, que estaba al tanto del plan para los ataques del 11 de
septiembre de 2001, y que lo apoyó en sus esfuerzos. Los abogados de la
defensa lo describen como un simple empleado.